Sinopsis: «Bilbo Bolsón es como cualquier hobbit: no
mide más de metro y medio, vive pacíficamente en la Comarca, y su máxima
aspiración es disfrutar de los placeres sencillos de la vida (comer bien,
pasear y charlar con los amigos). Y es que todos ellos son tan vagos como
bonachones, por naturaleza, y porque quieren. Pero una soleada mañana, Bilbo
recibe la inesperada visita de Gandalf, el mago de larga barba gris y alto
sombrero, que cambiará su vida para siempre. Con Gandalf y una pandilla de trece
enanos, y con la ayuda de un mapa misterioso, nuestro héroe partirá hacia la
Montaña Solitaria a fin de rescatar el valioso tesoro custodiado por Smaug el
Dorado, un terrible y enorme dragón. Para eso tendrán que superar muchísimos
peligros y toda clase de aventuras que Bilbo jamás hubiera podido ni imaginar y
que lo convertirán en el hobbit más famoso del mundo. Lo que Bilbo no sabe es
que el anillo que encontró en el camino será el principio de otra gran
aventura… la de EL SEÑOR DE LOS ANILLOS.»
Ya me había leído antes este libro, fue hace ya
algunos años, y recordaba que me gustó muchísimo. Como en Diciembre de este año
se estrena la película quería volvérmelo a leer para tenerlo más fresco. Había muchísimas
cosas que se me habían olvidado. No recordaba el final, ni muchas de las
aventuras por las que se ve obligado Bilbo Bolsón cuando sale de la colina
acompañado de los enanos.
La verdad es que de este autor solo me he leído
dos libros, este y el primero del señor de los anillos. No pude continuar la
trilogía porque se me hacía muy pesada. Quizás no era el mejor momento para
leerla. Pero me gustaría más adelante volver a intentarlo. Sin embargo el
Hobbit me parece mucho más ameno y entretenido, de fácil lectura.
“La hora del té ya había quedado atrás; la lluvia caía a
cantaros, y así había sido todo el día; el capuchón le goteaba en los ojos;
tenía la capa empapada; el poney cansado tropezaba con las piedras; los otros
estaban demasiado enfurruñados para charlar.”

“Estaban tan doloridos, entumecidos y empapados que apenas si
alcanzaban a darse cuenta de que los habían liberado o de que había razones
para que se mostraran agradecidos.”
En
definitiva este libro me encanta y estoy deseando que salga la película.

Nacido en Sudáfrica, Tolkien creció en Inglaterra y estudió en el Exeter College, destacando ya por su facilidad para las lenguas, algo que corroboraría a nivel universitario con sus estudios en Oxford.
Tolkien luchó en la Primera Guerra Mundial donde pasó una larga convalecencia, ocasión que aprovechó para comenzar su serie de relatos que se convertiría en El libro de los cuentos perdidos.
De vuelta a Oxford con su esposa e hijos, Tolkien inició una carrera como lingüista, siendo profesor en el Pembroke College, etapa en la que siguió escribiendo en el mundo que ya había esbozado en sus anteriores relatos, llegando a publicar El Hobbit (1937), obra que, si bien en principio iba dedicada a un público más juvenil, consiguió la atención de un mercado más amplio.
Es en esta época de Oxford en la que Tolkien formaría parte del grupo literario conocido como los Inklings, en el que entablaría una amistad con el escritor C.S. Lewis, autor de Las crónicas de Narnia.
De 1945 a 1959, Tolkien pasó a ocupar un puesto como profesor en la Universidad de Merton. Tras la publicación de El Hobbit, Tolkien había estado en su continuación, orientado esta vez a un público adulto. El resultado fue El señor de los anillos, obra que, por decisión editorial, acabó siendo publicada en tres partes. El señor de los anillos resultó un grandísimo éxito de crítica y público, convirtiéndose en un claro referente para toda la literatura fantástica posterior, siendo traducido a numerosos idiomas y alcanzando unas impresionantes cifras de ventas en todo el mundo.
De vuelta a Oxford, Tolkien recibió numerosos homenajes y reconocimientos académicos a lo largo de su carrera, así como distinciones como la Cruz del Imperio Británico o numerososhonoris causa. Durante esta última etapa Tolkien siguió escribiendo relatos y ensayos que han sido recopilados, en su mayor parte, gracias a la labor de su hijo Christopher.
De entre la obra de Tolkien, además de los ya mencionados El hobbit y El señor de los anillos, habría que destacar títulos como Los cuentos inconclusos, El Silmarillion, Los hijos de Hurin o, dentro de sus cuentos más infantiles, Roverandom o El herrero de Wootton Mayor.
La adaptación de El señor de los anillos al cine en 2001 por Peter Jackson -aunque Ralph Baski ya lo había intentado en los años 70 sin demasiada suerte-, supuso un éxito mundial, consiguiendo el récord de Premios Oscar para una trilogía y revitalizando el estudio de la obra de Tolkien.
Trailer de la
película: http://www.youtube.com/watch?v=vZnj01Fe06Q